Europa: activo fin del verano
Axel Christensen Director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock
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Axel Christensen
Con menos de 15 días para que finalice el verano, la actividad vuelve con fuerza en Europa. No sólo se observa un mayor repunte producto del levantamiento de restricciones asociadas a la pandemia. También en el plano político y económico se anticipa bastante movimiento, con el potencial de impacto de manera importante en los mercados financieros. En particular, concitan el centro de atención este mes una reunión clave del Banco Central Europeo (BCE) y las elecciones generales en Alemania, que podrían tener importantes implicaciones a medio plazo para la postura fiscal de la mayor economía de Europa.
En su revisión de proyectos económicos que dará a conocer el BCE -junto a la reunión de política monetaria del próximo 9 de septiembre- es probable que once sus estimaciones de crecimiento e inflación a corto plazo, pero que la inflación de medio plazo siga muy por debajo del objetivo. Ello requiere que el BCE mantenga el estímulo, incluido su programa de compras de activos, por un tiempo más prolongado. Junto con un reinicio económico cada vez más extendido en la región, la continuación de abundante liquidez por parte del BCE respalda el atractivo de mantener una posición táctica que sobrepondere a la renta variable europea por encima de la de otros mercados desarrollados como Estados Unidos, y de las acciones emergentes.
Por otra parte, las elecciones generales que se llevarán a cabo en Alemania a finales de mes serán las primeras de una serie de comicios clave en Europa, que pueden ser decisivos para dar forma al futuro de la región. Los resultados podrían tener importantes implicaciones a mediano plazo para la postura fiscal del país, el entorno empresarial y los planos para hacer frente al cambio climático. Las últimas encuestas apuntan a que la elección parece estar muy abierta, con el Partido Socialdemócrata (SPD) superando recientemente a la alianza Demócrata Cristiana conservadora de Angela Merkel (CDU / CSU) por primera vez en 15 años. Sin embargo, requán buscar compañeros de coalición entre los representantes del Partido Verde (GD) y otros partidos menores, lo que podría prolongar el proceso de formación de un gobierno conjunto.
En todo caso, se ve menos probable que una nueva administración germana repita la receta de austeridad que siguió la crisis de la eurozona en 2009, sobre todo porque el Pacto de Estabilidad y Crecimiento -que establece límites máximos al déficit del gasto público de 3% del PIB y de deuda pública de 60% del PIB- fue suspendido hasta 2023 para hacer frente a la crisis del Covid. Sin embargo, la postura fiscal de Alemania podría volverse más restrictiva si prevaleciera una coalición de centroderecha. Una postura fiscal más conservadora en Alemania podría complicar las cosas para Europa, si la política monetaria por sí sola no es suficiente para que la inflación vuelva a alcanzar el objetivo del BCE.
En este entorno, las empresas europeas han visto un fuerte aumento en las revisiones de estimaciones de utilidad desde el mínimo del año pasado, mientras que han empezado a estancarse en EEUU (aunque a niveles altos) y se han corregido a la baja en mercados emergentes. Con todo, los inversionistas tendrán que mantenerse atentos a los anuncios del BCE y a las implicaciones políticas de más largo plazo de una probable nueva coalición de gobierno en Alemania, particularmente en la política fiscal.